Capítulo 1

Estúpido- pensé con toda la rabia contenida- Podrían haber olvidado inventarte.
Como respuesta el despertador paró de sonar, más bien por casualidad que por obedecer.
Me levanté despacio y sin ganas hasta quedar arrodillada encima de la cama, sin pensar en nada, hasta que que me caí para delante dejando la cara cubierta por las sábanas. Después ya me obligué a levantarme.
 Mientras bajaba las escaleras entrecerrando los ojos ante la claridad mi madre me dió uno de sus cálidos ''Buenos días''. Mirando hacia ella con cara de sueño respondí con un gemido intencionado otro ''Buenos días, mamá''. Al salir del baño ella me pidió:
-Quita los periódicos de la mesa por favor, pero con cuidado no vayas a perder la página que sabes que es muy importantes- dijo con una gran sonrisa.
-¿Dónde está papá?- dije mientras apartaba los periódicos de la mesa como me pidió.
-Ah, él está ahora mismo en una entrevista de trabajo, se fue hace media hora- respondió.
-Vale ¿Cuál es la empresa?- pregunté de nuevo.
-Pues no me acuerdo del nombre, es muy raro. Es de fontanería- dijo
-Uf lo de la fontanería ya lo sé, es de lo único que sabe papá para trabajar- pensé con contrariedad.
Después de desayunar, subí otra vez a mi habitación rápidamente a ponerme la ropa y preparar la mochila escolar. Al terminar, bajé corriendo dando un beso a mi madre y cogiendo las llaves y el móvil mientras me despedía.
-No corras por la calle- se despidió mi madre.
-Nunca corro por la calle- respondí.
Cerré la puerta llamando al ascensor a la vez. Al entrar, ya que estaba en el piso 10, me dió tiempo a analizar la situación: Mi padre, fontanero en paro desde hace unas semanas mientras mi madre: pastelera en verano sustituyendo al chef de la tienda. Mientras yo estudiando en el instituto con total ignorancia en la situación. Suspiré hondo y rebusqué en mi mochila el móvil para apagarlo, mientras miré hacia arriba para ver por cual piso iba, 2... ya faltaba poco,y justo en ese momento se abrió la puerta entrando una de la vecinas mayores.
-Hola- saludé.
-¡Hola pequeña! ¿Tú también bajas?-dijó ella
-Sí- respondí- Pero es injusto que al ser la más joven del edificio me traten como la ''pequeñita''-pensé
Guardé el móvil de nuevo y esperé hasta la planta baja.
-Adiós Aurelia- se despidió
- Hasta luego- dije con toda mi amabilidad- ¡Que tenga un buen día!
Salí del portal y con los ojos achinados al recibir una bofetada de aire helado,me puse mi gorro granate.
Seguí andando hasta que me acordé de que ¡hoy era el día en el que el director daba un discurso a nuestra clase!
¡Ahí va!- susurré.
Y fue cuando me puse a andar muy rápido hasta llegar jadeante a la puerta del instituto. Dejando en mi taquilla el gorro, el abrigo, las llaves y el móvil. Justo cuando cerraba lentamente para que no chirriara demasiado la puerta me encontré con la Señorita Carmen, la profesora de Naturales, y di un respingo del susto.
-¿Perdida en el laberinto?- dijo La profesora, a veces me lo preguntaba porque, tras la reforma del colegio me perdía casi siempre por las escaleras.
-No, esta vez no. Gracias- respondí.
-Muy bien, pero corre que el director va a empezar- me recordó.
-Ay sí es verdad- dije terminado la conversación.
Me dirigí a la clase de audiovisuales rápido pero con cuidado de que no me pillara nadie hasta que abrí la puerta y vi que estaban casi todos presentes. El director ya había empezado, con mucha vergüenza mal disimulada en la cara me senté en una de las sillas libres dejando en el suelo mi mochila, como todos los demás.
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Después de un buen rato muchas personas a la vez llegaron al aula.
-Vaya, qué casualidad-pensé incrédulamente, aunque sabía que la razón era que quedaban todos juntos en una de las esquinas fuera del insti.
 A mí me invitaron a ser uno de ellos, y son mis amigos pero sé que muchas veces les han pillado y castigado, por eso a mí no me apetecía tener esos problemas.
- ¡ Hola Aure!- susurró mi mejor amiga.
-Hola Gloria ¿Qué tal?- respondí en voz baja.
-Umm dormida- dijo con una sonrisa.
Cuando le devolví la sonrisa el director interrumpió:
-Vaya vaya... El grupito de siempre llegando tarde.Luego voy a hablar un momento con vosotros sobre el tema- dijo mientras que los demás que siempre llegaban temprano se reían.
A mí me entró el miedo de que el director pensara que yo era uno de ellos porque tampoco hubo mucha diferencia de tiempo.

Al terminar, los alumnos se levantaron y se fueron a sus aulas y yo, con un poco de vacilación me levanté lentamente mirando al director sin que él me diera una respuesta contraria. Sonreí para mi adentros con alivio y luego miré a Gloria de refilón diciéndole : Luego me cuentas. Ella intercambió la mirada y me respondió con la cabeza afirmativamente.
Al terminar las clases nos dirigimos al pasillo de las taquillas a coger los abrigos y algunas chicas en secreto también cogieron su móvil para hacerse fotos en el baño. En seguida, fuimos todos al patio interior.
- ¿Qué os han dicho?- le pregunté a Gloria.
-Bueno, pues lo de siempre, que podemos quedar para ir y volver del colegio pero en sus horarios correspondientes y bla bla bla- respondió.
-Osea que todavía no os han castigado- dije entre risas.
-¡Qué mala eres!- dijo dándome un pequeño empujón en el hombro- Bueno, y tu padre ¿ha conseguido ya trabajo?
-Ahora mismo estará saliendo de una entrevista pero no tengo ni idea de si le han aceptado o no- dije sin darle mayor importancia.
-Espero que sí- me animó.
Sonreí a Gloria y le dí un gran abrazo.